Si elegimos sentirnos bien, todos los días sobrarán motivos para sentirnos bien. Si elegimos sentirnos mal, todos los días sobrarán razones para sentirnos mal. Tal vez descubramos que lo importante y decisivo no es lo que pasa fuera de uno, sino lo que hacemos que suceda dentro de uno mismo, y que no son los otros, las cosas o los acontecimientos los que nos hacen sentir mal, sino nuestro modo de vivir frente a todo. Pero yo sé, que juntos, sí juntos, podemos con todo...